Así la sorpresa clandestina
así la lluvia desde dentro riega
así me tapas las goteras de mi pecho
así me vuelvo loco.
Así temblando al rededor de mi propio encierro
así como bala caliente a quema ropa
así destajo el verbo y lo difumino.
Así no quiero seguir con resquemores
con arañazos que luego no aparecen
que se vuelven impunes con la boca remendada
que carecen de antecedente alguno
que mata el alma sin remedios de pruebas
así no juego ahora
así boto tierrita y así me voy.
Así suelto este réquiem sin más preámbulo
sin visas claudicadas ni masajes de sesos
proclamo mi entereza de no volver al foso
al infierno ganado con saña
así que ya me voy.
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